martes, 4 de septiembre de 2012

MULHOUSE

Cerca de Colmar, que visitamos anteriormente, se encuentra la ciudad de Mulhouse. Se sitúa también en la región de Alsacia. Su nombre se pronuncia algo así como "Miliús". Situada cerca de Alemania y Suiza, a orillas del Rhin, lo que, en buena medida, ha configurado su historia. Actualmente la pueblan unos 112.000 habitantes. Posee un interesante casco histórico, bien conservado, con un puñado de monumentos. Aunque yo destacaría de esta ciudad sus interesantes museos.

La ciudad recorre diversos avatares históricos desde su fundación allá por el año 803. Para situarnos en la personalidad de esta población, señalaremos los hitos fundamentales: en 1308 obtiene el estatuto de Villa Imperial independiente; en en 1515 obtiene el estatuto de Cantón autónomo asociado a Suiza; en 1523 se alía con las tesis reformistas, optando por el luteranismo. No es hasta el 4 de enero de 1798 cuando la ciudad vota su anexión a Francia.

Entre sus monumentos, podemos destacar.
El edificio del Ayuntamiento, de 1522.
El templo de Saint Etienne, construido en 1882 en estilo neogótico.

La casa Mieg, que, en su estado actual, data de 1560.
La Villa Steinbach, actual Museo de Bellas Artes.
También son interesantes la capilla de San Juan y la Casa Loewenfels.
La Plaza de la Reunión es el corezón de la ciudad. Aquí se sitúan varios de los edificios mencionados.
Todavía quedan varias puertas y torres de la antigua muralla medieval, muy restauradas en el S.XIX, como las torres Nessel, Bollwrk o la del Diablo.

La nueva ciudad surgida con el auge industrial del XIX se articula en torno a la Plaza de la Bolsa.  El barrio obrero surgido en aquella época resulta muy peculiar, fruto de empresarios filantrópicos, ya que propuso una tipología muy concreta de vivienda unifamiliar rodeada de jardines.

Pero en esta ciudad lo más interesante son sus museos, auténtico motivo de nuestra visita. Por encima de todo quizá destaque el "Museo Nacional Ciudad del Automóvil - Colección Schlumpf" . Imprescindible para los amantes de los vehículos clásicos. La joya es la colección de más de 100 Bugatti, absolutamente impresionate. De abril a septiembre se puede disfrutar viendo circular en la pista aneja al museo a 18 autos clásicos de todas las épocas.




Otro de los museos que no nos podemos perder, por la inusual temática y por la cantidad y calidad de lo expuesto, es el "Museo de la impresión sobre tejidos", o sea, lo que llamamos "telas estampadas". La ciudad fue pionera en la materia desde 1749 y, desde entonces, desarrolló una floreciente industria en este sector.

Una nueva sorpresa, también por lo inhabitual, resulta ser el "Museo del Papel pintado", que recopila numerosas piezas, diseños, mobiliario y recreación de ambientes, desde el S. XVIII hasta la actualidad. Esta joya se localiza en la cercana villa de Rixheim, pero de verdad vale la pena el desplazamiento, ya que es una grata sorpresa, tanto por la novedad que supone la temática como por la calidad expositiva.

El "Museo Histórico" de la ciudad se sitúa en el edificio del antiguo Ayuntamiento. Puede ser un buen punto de partida para visitar la ciudad, ya que sirve de guía histórica y evoca ambientes desde los siglos XVI al XVIII.


Deberíamos aconsejar a cualquier visitante de la ciudad moverse en tranvía y, antes que nada, hacerse con el "Mulhouse City Pass", una tarjeta válida para tres días y que sirve tanto como bono de transporte como para obtener acceso gratuito a diversos museos, tarifa reducida en otros y múltiples descuentos en restaurantes, cafeterías, espectáculos, etc.


Recordad que seguimos en esta zona y pronto tendréis noticias de otros lugares cercanos.

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